Tecnología y Aprendizaje
Los niños necesitan descubrir el mundo, además de la interacción social para desarrollar sus emociones, empatía, habilidades sociales y el lenguaje. ​
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Entonces, ¿Qué ocurre su introducimos la tecnología en la primera infancia sin límites?​​
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​​​La tecnología nos entrega los tres estímulos que un cerebro inmaduro no puede procesar, por lo que, tener la necesidad de estar inmersos en la tecnología es más fácil de lo que uno puede imaginar.
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Cuando nos conectamos a una pantalla, el cerebro se activa de manera instantánea, pero sin realizar ninguna actividad o tarea especifica.​
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En la tecnología no hay espera, todo es rápido y espontaneo, no hay pensamiento, procesamiento o espera, se activa el placer y un falso bienestar al activar el cerebro sin hacer nada.
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Sí llevamos estas características a la vida real, es difícil de convalidar. Cuando quieren hacer una actividad, jugar o conocer algo, su cerebro no se satisface, tiene la necesidad del cambio, lo rápido e instantáneo, por lo que, se vuelve irritable y estresado.​
Con la tecnología, el cerebro se acostumbra a estar activo sin hacer "nada", por lo que, se vuelve vulnerable a la depresión y ansiedad infantil, ya que, no tienen las herramientas para enfrentar el mundo real, donde nada es rápido, está lleno de problemas y cada actividad o juego que debe aprender, debe prestar atención, tener memoria, intentar resolver los problemas, pensar e investigar. Algo que está lejos de ocurrir al estar en constante contacto con aparatos tecnológicos.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

​​​​Los neurocientíficos que estudian el impacto de las pantallas en los cerebros, aún no tienen todas las respuestas, pero ya se sabe que, para un desarrollo optimo en los niños se debe fomentar el aprendizaje general con actividades sin pantallas, mejorando así sus habilidades sociales y cognitivas.
Debemos enseñar como usar y limitar el tiempo en contacto con cualquier aparato tecnológico. La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría establecen que:
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Los bebés de 0 a 2 años no debiesen tener ningún contacto con dispositivos portátiles (teléfonos celulares, tabletas, juegos electrónicos).
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Los niños de 3 a 5 años, el uso de estos dispositivos debiese estar limitado a 1 hora como máximo, mientras que los de 6 a 18 años a 2 horas por día.
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Cifras en Chile
Según los resultados de este estudio, el consumo de Internet va subiendo a medida que aumenta la edad. Un 25% de los niños entre 9 y 19 años entra a la web varias veces al día, pero este grupo supera el 30% en adolescentes entre 14 y 17 años. (Maipo salud, 2018).
Las cifras aumentan los fines de semana. donde la mitad de los niños pasa 5 horas o más en Internet. Por otra parte, según un reciente estudio de VTR Internet Segura, 1 de cada 3 niños ha tenido acceso a un celular o Tablet; mientras que, a los cinco años, 1 de cada 2 ya tiene tablet propio y un 40% tiene celular.​​​​